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Plan.

—¿Qué ha pasado? —preguntó con preocupación.

—No lo sé Hae, pero por primera vez no sabemos como calmarlo, por eso la hemos llamado —respondió Jin.

—Es como estarlo viendo hace dos años, cuando pasó lo de ese traidor y lo de su padre —comentó con pesar Namjoon.

—¿No les ha querido decir algo más?

Los chicos solo negaron con sus cabezas.

Luego de haberles enviado su ubicación y romperse en llanto por lo sucedido con Jimin, sus dos mejores amigos llegaron por él. Jin se encargó de conducir el auto del castaño mientras que Namjoon los seguía en el auto de él.

Llegaron a casa del ojiazul, confundidos de no ver a Hanna, así que ellos se encargaron de atenderlo. Todo parecía haberse calmado, pues Jungkook tan solo respiraba profundamente, ya había dejado de llorar pero en su mirada se podía reflejar lo muy triste que se encontraba.

La noche fue diferente, Jungkook parecía haber quedado vacío, su expresión era neutra. Sus dos amigos por más que trataron de saber que es lo que había sucedido y que lo tenía en ese estado no pudieron sacarle nada.

Fue Jin quien se atrevió a llamar a Haesul, ya que sabían que la madre del ojiazul siempre sabía que hacer respecto a los ánimos y cuidados de Jungkook.

Obviamente, no fue a trabajar, para ser martes la semana ya se había ido al carajo desde su pequeña discusión con Jimin. Jin y Namjoon se fueron a la empresa para ser ellos quienes se encarguen de todo, al menos hasta que Jeon vuelva.

Haesul preparó una taza de té para su hijo, entró a la habitación y vio que se encontraba acostado viendo a un punto fijo en la habitación.

—Hola mi amor, mamá está aquí —anunció entrando, dejó la taza sobre la mesita de noche y se acomodó en la cama tratando acariciar el cabello de su hijo.

Jungkook no dijo nada, tan solo se acercó a ella rodeando con sus brazos su cintura y enterrando su rostro en la parte de su abdomen.

—Todo estará bien Kook, siempre has sido alguien fuerte ante cualquier situación, vas a estar bien mi niño.

—Él... —susurró apenas con su voz gangosa por el llanto.

—Shhhh, ya hablaremos, por ahora quiero que tomes el té que te preparé para que puedas descansar.

—Lo perdí —volvió a susurrar.

Haesul suspiró sabiendo de qué hablaba.

—Todo a su tiempo mi amor, a veces las perdidas son ganancias en un futuro, es decir, lo que nos hace sufrir ahora puede ser nuestro pase a la felicidad más adelante, porque nos queda la experiencia y la madurez para saber como actuar si las cosas se repiten, nos hacemos más sabios, no has perdido nada cariño, tan solo estás en un momento vulnerable que hace que creas eso, eres maravilloso Jungkook, estoy segura que el destino está escrito desde antes de nuestro nacimiento, por lo tanto, lo que será para nosotros temporal o permanentemente se irá poniendo en nuestro camino.

Jungkook solo escuchaba deseando encontrar a Jimin más adelante en su camino. Empezar algo de otro modo, no en como lo habían hecho.

Suspiró y se separó de su madre para poder sentarse y tomarse el té.

—Gracias por venir —dijo.

—Eres mi pequeño hijo, aunque ya seas todo un hombre, jamás te dejaría solo.

El castaño tan solo besó el dorso de su mano y le sonrió agradecido. Se tomó su té y nuevamente se acostó. No tenía caso quedarse a ser miserable.

Así que luego de un rato de estar viendo al techo, se levantó y se duchó.

Su madre tan solo lo veía con preocupación, salió de la habitación para darle privacidad.

Una vez que se vistió, salió de su habitación y se dirigió a la sala en donde estaba su madre leyendo un libro.

—¿A dónde vas?

—Al trabajo —respondió simple.

—¿A esta hora? ¿Estás seguro?

—Si, son las once así que no he perdido muchas horas.

—Cariño, no tienes que ir, los chicos se están haciendo cargo.

—Ya lo sé, pero es mi empresa, así que debo estar ahí sin importar lo demás, vendré para la cena, no es necesario que cocines y por favor, trata de contactar a Hanna.

—Está bien amor, nos vemos.

Jungkook dejó un beso en la frente de su madre y salió de ahí, subió a su auto y condujo hasta la empresa. Durante el camino estuvo pensando en muchas cosas de su trabajo para no pensar en nada más o mejor dicho, en nadie más.

Llegó a su oficina, le pidió unos archivos a su secretaria y se sentó para comenzar a revisar sus documentos. Su jornada estaba pasando tranquila, como dicen, mente ocupada no extraña a nadie.

✧✦✧

Jimin por su lado, echó casi a patadas de su apartamento a Hoseok, quizás se disculpe luego pero por ahora piensa que fue lo más sensato y correcto.

Lloró hasta cansarse, hasta que sus ojos pesaron y se quedó dormido.

Estaba solo, ya que Taehyung trabajaba doble turno ese día.

La mañana había sido un martirio, sus ojos estaban hinchados y su cabeza dolía, era como la resaca de la tristeza. Justo pensó que desde que está con Jungkook ni siquiera han probado una gota de alcohol, pues no necesitaban embriagarse para pasarlo bien.

Se pensó mucho el ir a su trabajo, pero sabía que no tenía más opciones y por supuesto que necesitaba el dinero, de todas formas su lugar de trabajo no conecta sino es por un ascensor con el espacio de Jungkook.

Llegó hasta la empresa y entró a la cocina, no salió a atender a los demás, se la pasó cocinando y queriendo despejar su mente.

Iban a ser días difíciles, pero estaba resignado a que lo merecía por ilusionarse tan rápido de alguien.

✧✦✧

—Para no trabajar aquí vienes muy seguido.

—¿Disculpa?

—Sé quien eres, Kim Yugyeom... no me conoces pero estarás encantado de hacerlo.

—¿Según tú por qué? —detuvo su caminar y se cruzó de brazos.

—Tenemos rencor por la misma persona y por el mismo motivo.

—Yo no le guardo rencor a nadie y aunque así fuera dudo mucho que tengamos eso en común.

—El chef parece no tener tu aprobación, descuida, tampoco tiene la mía, aunque es curioso que siendo amigo del señor Jeon no lo sea de los señores Kim, ¿no crees?

—¿Amigos? ¿De qué hablas? No lo son.

—Te va a interesar lo que yo sé, si quieres saber más de esto, te espero en el bar del centro cerca del reloj del sol, no tardes.

—¿Hora?

—Ocho de la noche.

Yugyeom lo vio marcharse, su respiración estaba agitada, ¿debía confiar en él? Puede ser que no pero algo en su interior le pedía ir y ver de que se trata todo.

En su cabeza pasaban muchos escenarios y muchas preguntas. Para empezar, ¿cómo ese empleado sabía sobre el chef y Jungkook? ¿Qué había entre ellos? Además, mencionó que tienen el mismo motivo para rechazarlo, ¿a qué se refería? Su motivo es porque estaba por iniciar a tener algo con Jungkook en su oficina y él llegó a interrumpir y provocar que Jeon lo sacara de ahí.

Por supuesto que estuvo pendiente de la hora, necesitaba tener respuestas a sus muchas preguntas y dudas. No iba a confiar en Kai pero trataría de averiguar un poco sobre lo que aparentemente sabe.

Llegó al bar donde se le fue citado. No tuvo que esperar pues ya se encontraba quien sería su cita en este caso. Si es que se le puede llamar así.

—Muy bien, sin rodeos y al grano —dijo sentándose de una sola vez.

—Que impaciente.

—¿Vas hablar o actuarás como un lunático?

—De acuerdo, veo que no eres amistoso, entonces nuestro punto rojo es el chef.

—¿Por qué lo sería?

—Ya no tienes que fingir conmigo, además Jimin es un resbaloso cualquiera, tiene que pagar.

—¿De qué hablas? ¿Quién es Jimin?

—El chef de la empresa ¿quieres saber cómo lo conocí? Obviamente llegó a trabajar ahí por el señor Jeon.

—Te equivocas, quien hace revisión del personal y hace los contratos es Jin, Jungkook no se mete en esos asuntos.

—¿En serio crees que el señor Kim lo contrató? De ser así fue por petición de Jeon.

—No sabes lo que dices, Jungkook solo se encarga de dar el visto bueno cuando se va a trabajar en oficinas, el personal de cocina y de aseo es Jin totalmente.

—Una noche antes de salir del trabajo fui llamado por el señor Jeon, al principio me asusté creyendo que había hecho algo mal en los diseños que estaba por cambiar pero no fue así, fue algo más.

—¿De qué hablas?

—¿Puedes dejar de preguntar? Me interrumpes.

—Fijate bien como me hablas, no nos equivoquemos, aquí no eres nada más que un peón.

—¿Y tú el rey? De ser así, me necesitas mucho.

—Ya habla de una vez.

—Fue bastante claro, quería atención y sabemos de cuál, así que acepté porque a decir verdad siempre había fantaseado con tener algo con él desde el día en que llegué a la empresa.

—Se más breve, tu estúpida historia de amor no me interesa.

—Fuimos a un hotel, estando allá apareció un chico de rizos, al principio creí que era empleado del lugar pero no traía uniforme así que lo descarté enseguida, luego toda la atención de Jeon se vio solo en él, estaba siendo cariñoso y cuidadoso con el chico, tuve un impulso y tomé su cabello en un descuido, el señor Jeon se enojó y estuvo por despedirme pero al final del día solo me dio una advertencia.

—¿Debo creerte por qué...?

—¡Despierta! Es obvio que tiene interés en él, debiste verlo, la delicadeza con la que lo trataba y la preocupación reflejada en su rostro era algo que no había visto nunca de parte de él, mi sorpresa fue ver al mismo chico siendo el chef en la empresa.

—Estás mintiendo, Jungkook no ha sido así con nadie.

—¿Por qué mentiría? Te estoy diciendo que el chef es el mismo chico a quien Jeon prefirió esa noche.

Yugyeom escuchaba pero sin saber si creer todo en su totalidad. Pues Jungkook nunca se había visto interesado en nadie. Sabe que su última relación falló y es cuando más había entregado todo de sí, o eso le dijo Namjoon.

Después supo que el castaño estaba sintiendo algo por él pero jamás le había correspondido porque simplemente no ha sido su tipo. Pero para su mala suerte, dejó de tener pretendientes por ser alguien con malas vibras según todos y ahora teme quedarse solo.

Jungkook es su mejor y única opción.

—De ser así, ¿qué sabes del chico?

—Pues no mucho, sé que se llama Park Jimin, según lo que habló Junhyo, el de mantenimientos con él, tiene 26 años, su situación sentimental la describió como algo complicado, así que no hay mucho por decir y que era mesero antes de entrar en la empresa pero que su ex compañero de trabajo lo acosaba, por eso renunció.

—¿Sabes dónde trabajaba antes?

—Si, en Roller's.

—¿Qué? Si conozco ese lugar, estuvimos una noche cenado ahí, no recuerdo haberlo visto.

—Si bueno, es todo lo que sé hasta ahora, pero para ser honestos me tiene con el pendiente que esté trabajando en la empresa.

—¿Recuerdas el nombre del hotel?

—Aquí está todavía la dirección que me anotó.

—¿Tienes algún plan para que renuncie?

—Esperaba que tú lo tuvieras.

—Yo no solo quiero que renuncie, con lo que dices si es todo verdad, voy a querer más que una simple renuncia.

—¿En qué piensas?

—Que deberíamos visitar la cocina y por supuesto, nadie debe de saber que tú y yo hablamos, te puedo recompensar muy bien.

—Cuenta con eso.

Los dos sonrieron apenas. Era estúpido el rechazo que sentían por el ojiverde pero en sus cabezas Jimin había cometido lo peor con tan sólo "interrumpir" sus actos carnales con Jeon.

Los dos pensarán en un plan para sacarlo del camino.

✧✦✧

Durante el resto de los días todo iba igual y aburrido para ambos hombres. Ninguno tenía intenciones de emborracharse o de siquiera pensar en tener sexo con alguien más.

No entendían porqué razón solo pensaban en el otro en vez de estar en alguna disco consiguiendo una buena follada.

Era hasta cierto punto frustrante.

Jimin estaba sobre su cama viendo las fotos que se había tomado junto a Jungkook desde su celular. Sintió un remolino desatarse en su interior cuando capturó un video en el cual se mostraba a él comiendo helado y a Jungkook dándole besos en su rostro.

La sonrisa y la mirada del castaño lo hizo derretirse. Se dio cuenta de cuánto lo extraña y una lágrima traicionera bajó por su mejilla.

Vio a Taehyung entrar a su habitación, este sin verlo se sentó a un lado suyo.

—Si vienes a decir "Te lo dije" hazlo rápido.

—Minnie.

—Si, ya sé que tenías razón, no pude manejar la situación y terminé enamorándome de él —dijo con desesperación, dándose cuenta al instante de lo que había dicho.

—Enamorado... —susurró Taehyung—. ¿Por qué no se lo confiesas?

—No sirve de nada, olvídalo.

—No sé que sucedió pero si tú la cagaste hazle un postre y discúlpate.

—¿Y si fue él?

—Que él se disculpe contigo.

—¿Y si fue culpa de ambos?

—Que uno de ustedes tome la iniciativa, ¿lo harás tú?

—No lo sé Taehyung, es que todo es tan complicado, no sé lo que él quiere.

—Pregúntale, Jimin creo que durante tantos años te has quedado de brazos cruzados reprimiendo tus sentimientos por el resto, no puedes pasar toda tu vida de esa forma.

—¿Por qué no?

—Porque aunque digas que no necesitas de una pareja, sé que durante no estabas aquí en casa estabas con Jungkook, olvidándote que tenías mejor amigo, olvidándote de no sentir, ¿o me equivoco?

—Odio que tengas razón, lo que siento por Jungkook me está superando.

—Es porque hasta ahora decides ignorar tus pensamientos y le haces caso a tus sentimientos.

—¿Ves en qué queda? En lágrimas.

—No seas dramático Park, hazle un postre y dile que necesitas hablar con él, se sincero contigo mismo y de paso lo serás con él, así funciona.

—Gracias Tae, lo tomaré en cuenta.

Jimin lo pensó, sonrió porque sintió que su mejor amigo tenía razón, tenía que ser él quien rompiera con ese estúpido pensamiento de evitar el amor y por primera vez ser él quien busque el romanticismo para tenerlo en su vida.

Y que mejor que compartirlo con Jungkook.

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